Una empresa valenciana ha sido condenada a pagar 120.000 euros de indemnización y la readmisión de una trabajadora a la que despidió en pleno embarazo por no acreditar las causas económicas que sostuvo para despedirla.
Según informa el diario El Mundo, la empresa la despidió no una, sino dos veces, pues ya en el primer despido había sido condenada a la readmisión.
Cuando una empresa despide a una embarazada, debe recordar que la ley protege especialmente a ese colectivo: la prueba recae siempre sobre la empresa, que deberá demostrar fehacientemente que existen los motivos del despido, es lo que se conoce como inversión de la carga de la prueba.
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